jueves, 20 de septiembre de 2007

MAESTRANZAS DE NOCHE

HIERRO negro que duerme, fierro negro que gimepor cada poro un grito de desconsolación.
Las cenizas ardidas sobre la tierra triste, los caldos en que el bronce derritió su dolor.
Aves de qué lejano país desventurado graznaron en la noche dolorosa y sin fin?
Y el grito se me crispa como un nervio enroscadoo como la cuerda rota de un violín.
Cada máquina tiene una pupila abiertapara mirarme a mí.
En las paredes cuelgan las interrogaciones, florece en las bigornias el alma de los broncesy hay un temblor de pasos en los cuartos desiertos.
Y entre la noche negra —desesperadas—- correny sollozan las almas de los obreros muertos.

MARTIN BOTTARO

1 comentario:

DeboraProfe dijo...

Martín, está buena la poesía que elegiste.
Fijate que te olvidaste de poner el nombre y apellido del poeta. Además, no está diagramado como fue escrito. Revisalo y corregilo.